Es un método no invasivo e indoloro que permite eliminar los depósitos de grasa sin recurrir al bisturí, ya que provoca lipolisis (destrucción de adiposito).
Se pueden obtener una reducción de hasta dos tallas en dos o tres sesiones solamente. En general se recomiendan entre 6 y 12 sesiones como suficientes para el tratamiento completo. Las zonas más frecuentes de aplicación son abdomen, muslos, pantalón de montar y flancos.